Cuidar los neumáticos de cara a la época de lluvias y frío

Se acerca la época de lluvias, de hojas de los árboles cubriendo la calzada, de frío y de un asfalto que no está en las mejores condiciones para circular, lo que obliga a vigilar ciertos elementos del coche con algo más de detenimiento. Nos vamos ha centrar en los neumáticos, que son la única parte del coche que está en contacto con el suelo y su importancia en estas situaciones es máxima, ya que un neumático en mal estado nos puede ocasionar muchos percances.

La función de los neumáticos no sólo se concentra en mantener el contacto con la carretera, va mucho más allá. Unos neumáticos en mal estado no evacuaran el agua cuando llueva de manera eficiente y podremos sufrir aquaplaning o podremos tener problemas a la hora de girar o de frenar, lo que no resulta muy divertido precisamente. Además, con el frío tardan más en calentarse y por tanto, no ofreceran su máximo rendimiento tan pronto como en verano.

Tenemos que decir que el cuidado de los neumáticos en estas épocas de lluvia y frío que están por venir es el mismo que cuando el sol calienta en pleno apogeo, pero vamos a hacer hincapié en unas situaciones en concreto muy importantes cuando la superficie no están en las mejores condiciones.

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  • Presiones. Parece mentira, pero los neumáticos son un elemento en el que casi nadie se fija, siempre se tiende a comprar cubiertas baratas sin pensar en su rendimiento y no se tiene en cuenta la presión de inflado cuando el realmente importante. Debemos revisar la presión cada 15 días aproximadamente y con las ruedas frías, es decir, habiendo recorrido un máximo de dos kilómetros. Deben estar como recomienda el fabricante para que funcionen como es debido.
  • Equilibrado. Otra de las cosas a las que no se les presta atención es al equilibrado, únicamente se acude al taller cuando las vibraciones se hacen molestas, pero dichas vibraciones son porque el neumático no está trabajando como debe y por tanto, en caso de agua o suciedad en la calzada, podremos tener problemas y sufrir un accidente. Perder el tapón de la válvula de llenado no es importante, pero perder un contrapeso de equilibrado sí.
  • Dibujo. Tener que comentar que el dibujo de nuestros neumáticos debe tener como mínimo 1,6 milímetros de profundidad debería estar de más, pero es triste que no sea así. El dibujo se encarga de evacuar el agua cuando pasamos por encima de un charco o cuando la carretera está mojada, permitiendo que el resto de la banda de rodadura contacte con el suelo y no flote apareciendo el aquaplaning. No importa la cantidad de agua, con que logre separar la rueda una micra de milímetro del suelo es suficiente, porque quiere decir que no está en contacto con el asfalto.
  • Envejecimiento. Este caso es muchas veces llamativo. Un neumático no debe tener nunca más de 6 años, ni siquiera habiendo estado en una estantería de una tienda. El caucho que forma los neumáticos se endurece con el paso del tiempo y pierde sus propiedades, como son la elasticidad y la adherencia. Además, productos como disolventes, combustibles y aceites le afectan bastante aunque lo peor de todo son los rayos ultravioleta.
  • Daños en la goma. Tampoco es extraño encontrarse ruedas que tienen bultos en sus laterales fruto de un golpe contra el bordillo, o pequeños cortes y roces, así como grietas causadas por el paso del tiempo y el uso. Todo esto supone tener que pasar por el taller y cambiar no solo esa rueda, sino su pareja del mismo eje ya que corremos el peligro de sufrir un reventón en plena marcha. Imaginate circulando por autopista a 120 km/h y que un neumático reviente…
  • Tornilleria. ¿Alguien se ha fijado en los tornillos que fijan la rueda al coche? Nadie, evidentemente. Pues estos elementos, además de importantes por su función de sujetar la rueda, pueden darnos muchas pistas ya que si tienen roces, golpes o no tienen embellecedor puede ser por culpa de un bordillazo, un resalto que hemos pasado demasiado rápido o cualquier otro suceso que termine con un golpe en la rueda, lo que puede ocasionar diversos daños como hemos comentado en otro punto.
  • Alineación. Normalmente no se puede apreciar a simple vista a no ser que sea bastante excesivo, como la caída de las ruedas de algunos coches, lo podremos notar en el desgaste de las ruedas, que pueden estar más gastadas por dentro, por fuera o tener un desgaste irregular. No tener las ruedas bien alineadas impide que el neumático se apoye perfectamente contra el suelo y por tanto, su funcionamiento es deficiente.